Esta semana vamos a tratar un tema sobre el que nos llegan consultas de forma frecuente: las reformas. Sin más dilación, nos ponemos manos a la obra.
¿Compensa hacer una reforma en la oficina de farmacia desde el punto de vista fiscal?
Hacer una reforma es interesante desde un punto de vista fiscal porque es un gasto deducible vía amortización anual en la actividad de la farmacia. Si el local es propio la amortización es un 3% anual (durante 33 años) y si es en alquiler dependerá de la duración del contrato de arrendamiento.
¿Qué gastos se pueden deducir y cómo?
Se pueden deducir tanto materiales como mano de obra. Es decir, el coste de la reforma íntegra es deducible vía amortización. Todas las inversiones que realicemos en una farmacia deben amortizarse dentro del periodo de su vida útil.
Deducción por inversión de Beneficios
Aplicable para las empresas de reducida dimensión, que es el caso de casi la totalidad de las farmacias (cifra neta de negocios inferior a 10 millones), te permite deducirte en Renta un 5%, 2,5% (si te has aplicado la reducción del rendimiento neto por inicio de actividad), del beneficio que hayas reinvertido en la farmacia. Al ser un tipo tan pequeño causará mayor impacto cuando mayor sea la cantidad reinvertida, por ejemplo reformas o robots.
Los elementos patrimoniales obtenidos por la reinversión deberán de permanecer en la farmacia durante al menos 5 años, o menos si su vida útil es inferior.
Ejemplo: Hacemos una reforma en la farmacia con un coste de 5000€. El beneficio de la farmacia ese año ha sido de 30.000€. Podremos aplicarnos una deducción de 250€ (5% de 5.000€)
¿Qué hay que tener en cuenta para no cometer fallos y poder deducir el máximo posible?
Es muy importante que en la factura vengan detallados los conceptos porque el porcentaje de deducción será diferente según la naturaleza del bien. Por ejemplo, el mobiliario se amortiza a un 10% anual y los cristales a un 50%.
A la hora de realizar una reforma, ¿es necesario cerrar la farmacia o es mejor mantenerla abierta?
La planificación es la clave para que las obras impacten lo menos posible en la facturación.
Desde un punto de vista comercial, lo ideal es que la farmacia permanezca abierta durante las obras, pero interfiriendo lo menos posible con la actividad normal de la farmacia y causando las menores molestias a la clientela. En este sentido, hay que pensar que, aunque se incremente el coste, hay ciertos trabajos que quizás puedan acometerse por las noches o los fines de semana.
También es cierto que, desde un punto de vista operativo, lo ideal es que la farmacia permanezca cerrada.
Una opción ideal es usar las vacaciones de verano. Siguiendo los trámites pertinentes con la Consejería de Sanidad, la farmacia puede cerrar un período de un mes entre mayo y octubre. En ese plazo se pueden acometer obras, al tiempo que los empleados de la farmacia están de vacaciones.
Recordemos que, según el convenio, si el establecimiento está cerrado, ese período de vacaciones es obligatorio. Para poder beneficiarse de esta ventaja, habría que preavisar del cierre a la Consejería de Sanidad con, al menos, 3 meses de antelación, pero si la farmacia tiene horario ampliado habría que informar antes del 15 de octubre del año anterior. Una buena planificación es, por tanto, fundamental.
¿En qué porcentaje se estima que se pueden incrementar las ventas en una oficina de farmacia tras una reforma?
El aumento de las ventas dependerá de si la reforma supone un verdadero «lavado de cara» para la farmacia. Renovar la imagen puede incrementar la facturación hasta en un 20%.
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